Vladimir Padrino, el general venezolano que se puso de parte del pueblo


La noche electoral venezolana tuvo ayer un protagonista clave: el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino. La comparecencia pública del alto mando militar del chavismo antes de que se conocieran los resultados oficiales de las elecciones legislativas fue determinante para que el PSUV de Maduro reconociera la derrota en las urnas.

Fuentes cercanas explican que incluso se produjo una discusión entre Padrino y el 'número dos' del chavismo, Diosdado Cabello, cuando quedó patente que el recuento no les favorecía. Una debate interno habría concluido que de no reconocer el resultado se produciría "una matazón" (matanza). En esos momentos decisivos, el general al cargo de la cartera de Defensa habría marcado el papel del ejército, hasta ahora leal a Cabello, en una noche vital para el futuro de Venezuela.

La jornada electoral trascurrió en paz hasta que la rectora del CNE Sandra Oblitas anunció que se extendía el cierre de los colegios de las 18.00 a las 19.00 horas. La oposición no tardó en calificar la decisión de "ilegal" y los rumores de fraude empezaron a elevar el nerviosismo latente. Algunos representantes de la MUD hicieron entonces un llamamiento urgente para que se respetase el proceso electoral. Fuentes cercanas de la oposición explican que a las 23.00 horas del domingo la Unidad ya habría alcanzado 90 diputados.

La declaración oficial que el titular de Defensa realizó desde el Comando Estratégico Operacional puso orden y lanzó un mensaje tácito al ejército en un momento de "máxima tensión". Padrino recordó al pueblo venezolano que "lo más importante" era que todo el país estaba "en calma".

"Hay que reconocerlo, nosotros felicitamos el comportamiento de todo el pueblo de Venezuela", espetó el general. "Hemos recogido 78 incidencias electorales de las cuales siete han sido delitos (...) solamente hay siete detenidos a orden del Ministerio Público", dijo Padrino, que consideró la cifra "insignificante" teniendo en cuenta que más de 19 millones de venezolanos estaban llamados a las urnas.

Freddy Guevara, coordinador oficial de Voluntad Popular, quien también llamó a defender los votos con calma, agradeció en una comparecencia pública la "labor" de las Fuerzas de Seguridad. Un gesto que muchos interpretaron como un guiño del candidato opositor al mensaje de tranquilidad lanzado por el ministro de Defensa. Incluso varios testigos relatan cómo fueron los propios los agentes del orden los que impidieron que se reabrieran centros de votación en los que no había ningún elector haciendo cola.

"Más de uno se quedó sorprendido con el respaldo que nos dieron los ciudadanos, esto no lo para nadie", confiesa una de las organizadoras de la campaña. Los 2 millones de votos de diferencia entre la MUD y el PSUV han superado las mejores expectativas.

De esta forma se reducían los temores alentados por el propio Maduro, quien había amenazado en varias ocasiones con "tomar las calles" si la oposición ganaba el 6-D. Varios miembros de la MUD reconocían en público y en privado el riesgo real de que estallara una "ola de violencia" tras las elecciones.

Otros de los incidentes que contribuyeron a calentar el ambiente de la noche fue la retiraba de la acreditación de varios de los ex presidentes latinoamericanos que estaban en Caracas como "acompañantes políticos" y que denunciaron el "ventajismo" del oficialismo. Diosdado Cabello reaccionó muy airado en Twitter y pidió incluso la expulsión del país de los ex presidentes Jorge Quiroga (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia) y Luis Alberto Lacalle (Uruguay). "Estos irresponsables con sus payasadas vienen a darnos lecciones de moral", dijo el 'número dos' del chavismo. "Hay que respetar la ley, y la ley dice que la revisión es hasta las 6 de la tarde mientras existan votantes", respondió.

A este clima hay que añadir la incertidumbre hasta el límite del cierre de los colegios sobre si los presos políticos podrían ejercer su derecho al voto. Finalmente Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, fue el único de los 74 detenidos quepudo votar después de que instalaran una urna en la prisión militar de Ramo Verde.

Así las cosas, el reconocimiento público por de la derrota de Maduro provocó un suspiro de alivio tanto dentro como fuera de Venezuela. "Siempre hemos confiado en nuestro poder electoral y en los venezolanos. Y estamos aquí para reconocer estos resultados adversos y aceptarlos", aseguró el presidente.

"Agradecemos que Maduro haya aceptado la derrota electoral para garantizar un país en paz. Hay que reconocer que eso significa mucho", se felicitaba un miembro de la oposición.

Varias fuentes consultadas por este periódico barajan que con el 100% escrutado la MUD podría alcanzar 113 escaños, lo que les otorgaría la ansiada mayoría de dos tercios de la Asamblea Nacional. Al superar los 111 asientos de la cámara, podrían convocar un referéndum revocatorio del presidente. Para ello, además de la mayoría, es necesario que transcurra la mitad del mandato presidencial. Es decir, el 20 de abril se podría convocar el referendo, que se podría votar el 20 de mayo.

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